Estreno
Afkham, final Feliz
Cuando Josep Pons finalizó su etapa de nueve años como titular de la Orquesta y Coros Nacionales de España dejó un heredero «in pectore»: el joven alemán David Afkham, quien contaba con todos los beneplácitos de la mayor parte de la plantilla de la agrupación. El cambio de Gobierno retrasó su nombramiento y luego los nuevos responsables lo paralizaron con el argumento de «No vamos a contratar a quien desea el medio de comunicación más hostil que tenemos». El tiempo y los hechos, con diez conciertos en estos dos años del «deseado» que gustaron, han vuelto a poner las cosas donde estuvieron, lo que no deja de apuntar positivamente a la flexibilidad de quien ha sido capaz de dar su brazo a torcer. También de quien ha sido capaz de no aceptar la subasta en la que se pretendió hacer caer al Inaem: «Un millón de euros en patrocinio con fulano de tal como titular». Al menos hemos demostrado no ser en esto tercer mundo. Es de imaginar la sorpresa de los representantes de Afkham cuando Félix Alcaraz, director técnico de la OCNE, los llamó para retomar la negociación. El director de Friburgo estuvo a punto de firmar por Gotemburgo, a donde finalmente irá un Kent Nagano que también estará presente en la próxima temporada de la Nacional, pero se llegó a tiempo para que firmase tres temporadas a partir de 2014/05. Afkham es joven, apenas 30 años, pero se ha puesto ya al frente de muchas de las grandes formaciones: Concertgebouw, Chicago, Dresde, London Simphony, de la que es director adjunto, como es asistente de la Gustav Mahler Jugendorchester. Pocos tienen una lista de maestros mentores como la suya. No viene a Madrid con el tradicional nombramiento de director titular, sino como director principal, que de un lado viene a ser el equivalente al empleado en lenguaje internacional y de otro alumbra sobre la mayor responsabilidad de gestión de la dirección técnica en esta nueva etapa. Sus primeras declaraciones, en ambiente festivo y de satisfacción, resultan clarificadoras: «Quiero que la orquesta tenga calidad en el sonido y en el estilo, que sea más flexible, que los músicos respiren todos juntos y sean un solo cuerpo». No ocultada la realidad evidente del «cierto desfase entre los músicos más mayores y los más jóvenes», reconociendo que «yo los retaré y ellos me retarán a mí, eso es seguro». Joven, pero pisando el suelo.
Quienes estamos en el medio sabemos más cosas aún no de dominio público, como que con gran probabilidad se arbitren vías para que Juanjo Mena y Semyon Bychkov firmen una relación especial con la Orquesta Nacional de España. Alcaraz y Afkham tienen un primer reto inmediato: parar la sangría de abonos sufrida el pasado año. ¡Suerte!
✕
Accede a tu cuenta para comentar