Iñaki Zaragüeta

Andalucía, más corrupción con la UGT

Por más que he buscado, no he encontrado en la biografía de Pablo Iglesias, el fundador de UGT y PSOE (no confundir con el líder de Podemos), ni alrededores un manual en el que se aconseje o se enseñe a cargar a costa del dinero público los gastos corrientes (en este capítulo se puede incluir todo lo habido y por haber) y de personal, ni el cobro de comisiones a proveedores, de confianza o no, así como la emisión de facturas falsas para llenarse la buchaca y defraudar a Hacienda.

Pues la UGT de Andalucía, según los informes de la Guardia Civil, siempre presuntamente aunque merecen credibilidad, se ha desvelado como una organización experimentada en esas artes. Eso sí, con la complicidad del PSOE y de la Junta. Por ello, haría falta saber si el invento aparece desde que este partido reina allí o se ha transmitido de palabra de generación en generación. Más creíble lo primero que lo segundo.

Las imputaciones de la documentación estudiada por los agentes componen un escenario gravísimo. Tanto, que una democracia desarrollada como pretendemos sea la nuestra, debería analizarnos con minuciosidad hasta descubrir con pelos y señales delitos y autores.

Resulta sorprendente que el PSOE continúe asegurado en el Gobierno andaluz cuando la corrupción institucional parece haber mancillado hasta el último rincón de la Junta. Así lo demuestran las cifras facilitadas por el Tribunal de Cuentas del Reino de España: de las 1.661 causas por corrupción abiertas en España, 656 están en Andalucía, lo que le otorga el liderazgo destacadísimo respecto a las demás. A pesar de ello, hay muchos que aún pasan de puntillas al respecto. Así es la vida.