Juan Roldán
Ante una nueva era
A partir de ahora el presidente francés, el socialista, François Hollande, va a contar oficialmente con un jefe de la oposición. Los conservadores, que perdieron las elecciones presidenciales con Nicolas Sarkozy, no habían confirmado todavía en la Asamblea quién va a ser formalmente su líder. El ex primer ministro, François Fillon, que estuvo cinco años con Sarkozy en el puesto, ha estado ejerciendo como jefe de la oposición los últimos meses. La Unión por un Movimiento Popular (UMP) ha celebrado por primera vez unas elecciones primarias para elegir al sucesor del ex presidente conservador. La coalición, una vez que haya despejado la duda sobre el nombre de su líder, tendrá que enfrentarse a una nueva era: el «postsarkozismo».
A partir de ese momento, los líderes de la UMP tendrán ante sí varios retos. En primer lugar, el partido conservador tendrá que aclarar si mantiene su programa político, de centro derecha, y si lucha por diferenciarse de la extrema derecha que encabeza en Francia el Frente Nacional de Marine Le Pen, que con sus provocaciones xenófobas y antiinmigración aumentó la victoria del socialista Hollande en las elecciones presidenciales de la pasada primavera. El segundo reto para la UMP que salga de estas primarias es despejar el fantasma de Sarkozy. Ya son muchas las voces que apuntan a que se presentará de nuevo a las elecciones de 2017 contra el seguro candidato de la izquierda, Hollande. En las encuestas que se han hecho estos días, dos tercios de los militantes apuestan de nuevo por Sarkozy como candidato al Elíseo.
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