Miguel Ors

Artur Mas y el fútbol

D6 F-1

Sigo las carreras de F-1. Donde hay velocidad y un español como Alonso, hay emoción. Veo en la televisión la cara de Luca di Montezemolo, patrón de Ferrari. Refleja a todas luces, sin oscuros, un cabreo incontenido. Alonso funciona, es la «jaca» Ferrari la que no tira. La Liga española, desde hace años, es cosa de dos: el Barça y el Real Madrid (se les ha colado esta temporada, en plan mosca cojonera, el Atlético). La F-1, en cambio, es cosa de uno: Red Bull los tres últimos años; y la «jaca» Mercedes, de momento, esta temporada.

–«La esencia de la F-1 ha desaparecido», soltó cúbicamente enfurecido Montezemolo.

La F-1 es un complicado magma de reglamento y mecánica, lo cual que si los hermanos Marx existiesen y fuesen aficionados, exclamarían: «¡Más velocidad, más acelerador, más gasolina, menos mojigangas técnicas, más pilotos y menos jacas!».

L7 Diferencias

Si las ciencias siguen avanzando una barbaridad, llegará el día en que todos seremos doblados o clonados. Todos igual de guapos: rubios, ojos verdes, altos, atléticos como Ronaldo. ¿Lo veremos? El podio europeo de entrenadores lo copan, según lo que se publica, Guardiola (oro), Mourinho (plata) y Simeone (bronce). Guardiola, por títulos y su gestión en el Bayern, es el más reputado. «Tengo una gran plantilla: esto ayuda y tranquiliza», dice el catalán. El portugués, fiel a sus genes, es miura. «Yo creo y mis jugadores creen». Ahí queda esa confusa frase. ¿En quién cree Mourinho? ¿En qué creen sus jugadores? Simeone, como siempre, leal a los jugadores antes que a él: «El Atlético son ellos, gracias a ellos estoy disfrutando». Prefiero un mundo sin clones.

M8 Klopp y Rooney

Hay dos clases de jugadores: los que hacen cosas y corren y los que hacen cosas y no corren. Reyes hace cosas bellas, pero corre poco o lo justo.

–Si supiese comprometerse más, sería formidable. Eso se dijo de él cuando lo trajo el Real Madrid.

Klopp, cuyo nombre, en su día, barajó el Real Madrid, tiene dos admiraciones: el Barça, por su estética-posesión y el Atlético de Madrid, por su fútbol-miura (se ve que le gusta la fiesta nacional). Para Klopp, el fútbol es «hacer cosas corriendo».

Mickey Rooney (1,53 de estatura), que ha muerto a los 93 años (doscientas películas y ocho matrimonios: ¡qué pequeño-grande Casanova!), en las entrevistas, era ingeniosillo.

–¿Que si hago deporte? –contestó una vez–. Me gustaría, ya lo creo que me gustaría nadar como Tarzán. Dios fue generoso por darme un cerebro generoso, grande, pero también cicatero –o mezquino: algo así– por darme este cuerpo. En fin, que tengo más cabeza que cuerpo.

Cuerpo, también. Disfrutó del cuerpo de Ava Gardner cuando ésta era virgen (o casi).

X9 Desconocido

Falló Di María el penalti, oh, falló el equipo y no falló, menos mal, el marginado Casillas. Casillas es algo así como el Espíritu Santo del instinto. Dos paradas de colocación e instinto. El legendario Ricardo Zamora, para Luis María Anson, el mejor portero de todos los tiempos, blasonaba de su instinto: «Soy lo que soy por el instinto que he heredado de mis mayores». Aprendí mucho de él en el Mundial de 1966 en Inglaterra. Vivíamos en el mismo hotel, y en el desayuno me leía con orgullo las cartas de su hijo Ricardito.

Retorno al 2-0 en Dortmund. Cristiano, en la banda, en el banquillo por lesión, me recordaba a Simeone: inquieto, jaleado y líder. Se notó, y de qué modo, su ausencia. El fútbol es liderazgo.

J10 Cuarentón

A los cuarenta años de aquel 1974, vuelve el Atlético a ser semifinalista de la «Champions». También hoy se le loa con respeto y sin reticencias en la querida Barcelona. Algunos piropos: «El Atlético es fe y corazón», «Colosal y jabato Atlético», «Soñar, creer y atreverse», que decía Walt Disney, «eso es el Atlético». Barcelona, Barcelona: ¿por qué ha tenido que salirte a ti, bella y europea, ese maligno tumor llamado Artur Mas con la metástasis de sus antiestéticos socios? Hermosa la estampa, en el Calderón, de los seguidores del Barça aplaudiendo al Atlético y hermosos también los requiebros de los medios barceloneses al Atlético. Gracias al fútbol, gracias al deporte, España es todavía «una». Si algún día deja de ser «una», la culpa será, ni se dude, de la feble, aforada y acollonada casta política.

V11 «Cholismo»

¿Qué es el «cholismo»? Lo del Atlético de Madrid eliminando al Barcelona, y lo del Valencia y el Sevilla clasificándose para las semifinales de la Liga de Europa. Cholo Simeone, como quien decía que «lo primero, lo segundo y lo tercero en la vida es creer en uno». Barcelona, Real Madrid, Valencia y Sevilla españolizan el fútbol europeo. Sigamos creyendo en ellos y que ellos sigan creyendo en el fútbol «cholista».