César Vidal
Barbas mojadas
Llegó la segunda vuelta de las elecciones en Chile y, contra todo pronóstico, Piñera, candidato de la derecha, se ha impuesto a una alianza potencial de la izquierda con un Podemos chileno. Desde luego, los números salían para ese desenlace. El problema, sin embargo, era el modelo de Venezuela. El chavismo es una inmensa desgracia, auténtica tragedia colectiva, de la que no parece que vaya a salir la república hermana y más cuando anda ZP mediando en la situación. Sin embargo, ha tenido un efecto inmensamente positivo en el resto del continente. Sólo los canallas o los descerebrados aspiran ya a repetir el chavismo en su territorio. A decir verdad, en los últimos años casi ha bastado con hacer referencia a la posibilidad de que el drama venezolano se repita en casa para que la reacción de la población haya sido huir como de la peste hacia otras alternativas de voto. Por recordar el conocido refrán español, viendo el corte de barbas venezolano han decidido remojar las propias a la espera de salvarse del desastre. El que este fenómeno resulte tan evidente en Hispanoamérica –estamos a la espera de ver qué acontece en Colombia– convierte todavía en más llamativo que en España quede gente dispuesta a votar a Podemos. No admite la menor discusión que Iglesias y Monedero fueron corifeos desorejados del chavismo llegando incluso a afirmar –seguramente con sinceridad– que les causaba envidia. Pero es que, por añadidura, el despliegue de su política resulta absolutamente tercermundista. La defensa de criminales violentos simplemente porque pertenecen a la extrema izquierda, la mirada complaciente hacia el terrorismo siempre que sea anti-español, la gestión pésima de los ayuntamientos, la colocación masiva de troncos y troncas en el aparato de la administración y la caspa quintaesenciada de soluciones que sólo empeoran todo son algunas de sus notas repetidas a diario. Es cierto que esa formación donde el jefe máximo decía que había que dejarse de «mariconadas» e ir a la caza del facha ahora presenta a una señora cuyo gran mérito político ha sido mantener una relación sexual con otra mujer durante años, pero más allá de esos cambios Podemos encarna la cutrez de una izquierda anclada en el totalitarismo y ayuna de inteligencia y de conocimiento del mundo. Quizá la pertenencia a la UE lleva a no mojar las barbas a muchos españoles. Gran error. España también puede quebrar.
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