Irene Villa

Calidad de vida

La Razón
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En momentos de tensión, dificultades o una situación que se nos va de las manos, es vital para mantener la calma escuchar o repetirnos interiormente esta frase sincera y contundente: todo tiene solución, menos la muerte. Entonces ¿para qué nos vamos a preocupar? Quienes se concentran en las posibilidades y en las soluciones, en lugar de hacerlo en la parte negativa, son capaces de encontrar antes la salida. Además quienes hemos estado muy cerca de la muerte vivimos la vida con gran intensidad, orientándonos solo hacia lo bueno, casi como una fiesta, en la que independientemente de que pasen cosas buenas o malas, exprimimos al máximo lo positivo porque sabemos que lo importante es la esperanza, que te hace fuerte, el amor y la ilusión. Pero es también fundamental la calidad de vida y hay muchísimos motivos que hacen que la percibamos como algo inalcanzable. Además de enfermedades, discapacidades y situaciones que ocasionen ciertas dependencias, hay trastornos graves que restan calidad de vida. La espasticidad, por ejemplo, es un trastorno motor por una alteración del sistema nervioso central que afecta a millones de personas en todo el mundo. En España hay más de 400.000 personas, teniendo en cuenta solamente las cinco principales patologías que la presentan. La Asociación Convives con Espasticidad ha lanzado una campaña en las redes sociales para que mañana todos subamos a Facebook y/o Twitter una foto o vídeo con las manos o pies atados realizando una actividad cotidiana bajo el hashtag #ConEspasticidad, ya que como la presidenta de la asociación, Claudia Tecglen, afirma: «Convivir con la espasticidad es similar a sentir que otra persona tira de tu cuerpo en sentido contrario mientras tú intentas hacer cualquier tarea diaria». Pues que todos conozcamos este trastorno que pasa desapercibido pero que dificulta y a veces imposibilita la vida de las personas que conviven con la espasticidad. Que se siga investigando en pro de la calidad de vida. La información adecuada en el momento preciso puede salvar una vida. Y el compromiso y la solidaridad, también.