Cambios eclesiales

La cúpula de la Iglesia católica española que hay ahora, al comenzar el nuevo curso, y la que existirá al acabar el mismo a mediados de 2014 se parecerán poco. La primera cita importante será en noviembre, cuando se reúna la plenaria de la Conferencia Episcopal para, entre otros asuntos, elegir al sustituto de Martínez Camino, el actual secretario general, que finaliza su mandato. Posteriormente, en la segunda quincena de febrero, tocará elegir al nuevo presidente de la Conferencia, ya que el cardenal Rouco Varela también acaba mandato. Eso suponiendo que el Papa Francisco no haya aceptado antes de esa fecha su renuncia como arzobispo de Madrid, lo que llevaría implícito su cese al frente de la Conferencia. Al mismo tiempo se elegirá un nuevo Comité Ejecutivo de esta última, en el que ya no estarán al menos dos de sus miembros actuales, los citados Martínez Camino y Rouco, y muy posiblemente tampoco el arzobispo de Barcelona, a la vez que el cardenal, Sistach, que también supera los 75 años y ha presentado su renuncia. Asimismo, se elegirán nuevos presidentes de las Comisiones Episcopales y habrá que renovar la Permanente. Por si esto fuera poco, es de suponer que el Papa Francisco acepte a lo largo de este curso las renuncias de Rouco y Sistach al frente de las dos diócesis más importantes de España, las de Madrid y Barcelona. Por otro lado, habrá que contar con Cañizares, actual «ministro» del Vaticano, que quiere retornar a nuestro país y al que no se puede situar al frente de una diócesis cualquiera. La conclusión de todo lo anterior es clara: soplan vientos de cambio en la Iglesia española, por lo menos en cuanto a personas.