Alfonso Ussía

Chulos del sátrapa

La Razón
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Es motivo de profundo abatimiento convivir con la evidencia de ser el chulo violento en asuntos de prostitución. En el caso a tratar, de prostitución política. El chulo conocía a la perfección la manera de llevar el negocio del prostíbulo de su jefe supremo, que no es una «madame», sino un sujeto como un armario que paga muy bien y no permite deslealtades. La violencia, en este caso, es física, política y anímica. Pero resulta muy complicado dejar de percibir los millones de euros que mantienen a la sucursal española de la casa de putas, que así se les ha llamado siempre sin ánimo de ofender, con el lenguaje abierto de la calle. De este abatimiento trataron, con casi absoluta seguridad, los máximos representantes y beneficiarios del dueño del prostíbulo en España, en la reunión mantenida con los directores de las sucursales de los «puticlús» morados y los «piano-bar» de marca blanca adscritos al negocio: «Lo del fiscal Nieves nos puede hacer daño. Por ello, firmeza y tranquilidad. Que no os afecten las críticas fascistas y os desmoralicen en vuestra encomiable senda hacia el empoderamiento que surgió en las orillas del Orinoco. Que la verdad, como bien dice, o dijo, o dirá Federico Mayor Zaragoza, siempre termina por resplandecer».

En Venezuela, los supermercados están vacíos y las cárceles abarrotadas de presos políticos. No obstante, el dueño de todo envía a España sistemáticamente el dinero necesario para que sus chulos sostengan su tinglado, que ya empieza a tambalearse. Pero entre los presos políticos venezolanos hay uno especialmente peligroso para el dueño, y el riesgo parecía superado con la condena a 14 años de prisión que le endilgó la caricatura de justicia que impera en Venezuela.

Sucede que el fiscal, el acusador, el por entonces chulo también del prostíbulo, ha escapado con toda su familia a los Estados Unidos, y ya en tierra de libertades, ha reconocido su culpa, su desvergüenza y su terror. «Decidí salir de Venezuela en virtud de la presión que estaba ejerciendo el Ejecutivo Nacional y mis superiores jerárquicos para que continuara el juicio defendiendo las pruebas falsas con las que fue condenado el ciudadano Leopoldo López». Y repitió: «Inmensas presiones». Franklin Nieves, que así se llama el fiscal que obedeció a Maduro para presentar pruebas falsas contra el opositor, ha denunciado públicamente las trampas del canalla que financia en España a «Podemos». Y como era de esperar, la reacción europea al ultraje a los derechos humanos de Leopoldo López ha sido tibia y melindrosa. Nos hallamos ante la constatación de una canallada, y ahí tenemos a los chulos del delincuente dando a los españoles lecciones de honestidad, de regeneración democrática y de administración pública, esta última gracias a los apoyos del pobre Pedro Sánchez, el «mánager» del PSOE que ha fichado a Cantera y Lozano porque no encontraba entre los suyos a nadie que tuviera dos dedos de frente.

El fiscal Nieves no ha podido ser más claro. Ha reconocido su cobardía y su impostura, y proclamado que hay un ciudadano en las cárceles de Venezuela condenado a 14 años de prisión siendo plenamente inocente. Pero el dueño del tinglado sabe que en España tiene muy buenos valedores que siempre le mostrarán lealtad a cambio del dinero que reciben. Los chulos de la tiranía. Creo que la «asaltacapillas» de Madrid ha dicho que el Ayuntamiento de la Capital no tiene derecho a meterse en la política de Venezuela. Como Pablo Iglesias, que se opuso a la condena del régimen venezolano hace diez meses en el Parlamento Europeo.

Lo que está claro, es que el fiscal huido va a herir, si sigue hablando –y hablará–, el negocio del sinvergüenza que se ha apropiado de la vida y la hacienda de los venezolanos. Del mutilador de la libertad de Venezuela. Y que ha dejado a sus chulos sin argumentos de defensa. Abatimiento general. Si Maduro cae, el dinero desaparece. Y si el dinero desaparece, ellos, los chulos, se esfumarán afligidos, o ingresarán en el PSOE para ayudar a Irene Lozano en la tarea de regenerarlo.