Irene Villa

Cohesión e ilusión

Dado que muchos ciudadanos europeos no conocen sus ventajas y derechos, la Comisión Europea se ha propuesto en este Año Europeo de la Ciudadanía que sepamos que formar parte de Europa nos reporta muchos beneficios. Todo europeo puede, por ejemplo, estudiar, residir o trabajar en cualquiera de los veintiocho países que conforman la Unión Europea. Cada vez somos más conscientes de las ventajas que supone pertenecer a algo más grande, y de los avances que consigue el trabajo en equipo a lo largo y ancho de nuestro continente tanto en innovación como en investigación. Ser parte activa y proactiva de esta realidad es nuestro deber y compromiso, porque Europa, nuestra casa, es ante todo un consenso y una suma de iniciativas. Con tal cohesión social positiva para todos, seguro que son muchos los europeos que han llorado con Madrid el sueño roto hace una semana de convertirse en sede olímpica. La euforia del esperado triunfo y los gritos de «yo soy español» y «Madrid, Madrid» han dejado paso a la resignación, pero esta misma semana conocimos una buena noticia: la Reina Sofía recogió en Nueva York, en nombre de España, el premio Franklin D. Roosevelt Internacional de derechos de las Personas con Discapacidad 2012. Una distinción considerada el «Nobel de la Discapacidad». Aunque nos hayamos quedado sin recibir ese gran impulso a la accesibilidad que supone albergar unas Paralimpiadas, nos alegra haber obtenido la mayor distinción internacional en el ámbito de la discapacidad, porque algún día España tiene que volver a ser sede olímpica; nuestros deportistas, números uno en tantas disciplinas, lo merecen.