Compadreo histórico

No era arriesgado pronosticar que el Madrid eliminaría al Manchester United. Hubo dos cuestiones que no cabían en las apuestas. La primera, que Sir Alex Ferguson alineara un equipo teóricamente más conservador que beligerante dado que dejó en el banquillo a Rooney, Chicharito, Valencia y el japonés Kagawa, que había sido triple goleador en el último partido de liga inglesa ante el Norwich. Rooney es delantero de referencia y el japonés acababa de deslumbrar como nueva y fulgurante estrella. Ferguson centró toda su ambición goleadora en Van Persie y Welbeck. Éste, autor del tanto de su equipo en el Bernabéu.

Las decisiones de los entrenadores no son siempre comprensibles para el personal civil. Estuvo a punto de acertar plenamente con el juego de la primera mitad. A sus jugadores les faltó precisión en el remate y se toparon con las intervenciones casi providenciales de Diego López, quien sabía lo que es triunfar ante el United porque en los dos partidos que jugó con el Villarreal su meta acabó en ambos casos a cero.

Las decisiones de Ferguson pasarán a formar parte de la enciclopedia de lo sorprendente. Ya dijo el argentino Dante Panzeri que el fútbol es «dinámica de lo impensado». Lo que también podría pasar a la historia es el cuchicheo que ante las cámaras, en pleno partido, mantuvo con Mourinho. Luego fue extraño que el entrenador madridista dijera que no había ganado el mejor. Sonó a compadreo en noche en que tanto se puso en juego. Tiempo por venir, futuro.

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