Restringido
Contra el terror
Los terroristas que han asesinado a más de 120 inocentes en París no son un grupo aislado de radicales, ni pequeños delincuentes. Son un ejército perfectamente organizado que tiene como objetivo aterrorizar y asaltar el poder, masacrando inocentes, niños y mujeres, tanto en países musulmanes como ahora en Occidente.
Los desorientados que caen en la estupidez de culpar de estos ataques a «la guerra de Irak» y caen en la despreciable equidistancia de comparar a víctimas y verdugos, a países libres y democráticos con regímenes fanáticos y asesinos, olvidan a sabiendas que el terror islamista ha buscado conquistar y destruir Occidente desde hace siglos. Y la respuesta debe ser implacable. Implacable porque el Estado Islámico atenta contra la vida y la libertad de inocentes desde Siria a Irak y también ahora en Francia. Y porque pretende continuar su ola de terror y violencia en otras ciudades.
Los terroristas de ISIS se financian extorsionando a los iraquíes y robando crudo. Según Gulf News, venden en el mercado negro a comerciantes turcos y nigerianos hasta 30.000 barriles/día de crudo confiscado a $25-30/barril, generando casi un millón de dólares diarios. Adicionalmente, publican una macabra memoria anual de sus actividades en las que se vanaglorian de ingresar millones de dólares por secuestros para financiar asesinatos y confiscaciones. Alrededor de ocho millones de personas viven bajo el yugo del «califato» de ISIS, en un régimen que condena a las mujeres a ser esclavas, a los niños a trabajar y ser forzados a luchar, y donde unos pocos líderes se benefician de una mano de obra gratuita, amedrentada y reprimida. Su objetivo no tiene nada de social ni humanitario ni liberador. Es imperialista y esclavista. Además, como han perdido ingresos por ese crudo robado con la caída del petróleo, se encuentran con un «califato» de gente hambrienta, sin recursos suficientes y donde los líderes viven como reyes.
Los ciudadanos de todo el mundo deben saber que no nos estamos enfrentando a un grupo que busque liberar, ni de pobres desesperados o ignorantes a los que les han lavado el cerebro. Es una máquina militar perfectamente organizada cuyo objetivo es totalitario, imperialista y opresor. El que piense que dialogando o enviando cartas va a acabar con esta amenaza delira, y pone en peligro a muchas más vidas inocentes. Todos somos París. La respuesta debe ser luchar contra el terror con todas nuestras fuerzas para defender la libertad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar