Julián Redondo

Convocatoria exprés

La última palabra en la convocatoria exprés de Munir con la Selección la pronunció Del Bosque que, siendo como es un hombre íntegro, sopesaría los pros y los contras de la controvertida decisión. Que es precipitada porque el chaval tiene que madurar y ha pasado por la derecha a un montón de futbolistas mejores y más preparados que él para jugar un cuarto de hora contra Macedonia con el partido resuelto. Pero que es oportuna porque si dentro de unos años explota en la figura que lleva dentro, habrá que felicitarse por verle jugar con España y no con Marruecos, y no lamentarse porque los marroquíes se hubiesen anticipado.

El precedente: los ojeadores del Atlético y del Madrid están en el punto de mira porque al chico sí le vieron algo en La Masía que ellos no apreciaron. Según crezca Munir, más se lo recordarán, y sucede que en la Federación también le han visto ese algo; de ahí los hechos, en absoluto definitivos. Hay camino por andar. Si Luis Enrique le mantiene titular en el Barcelona cuando Neymar y Luis Suárez, junto a Messi, compitan a pleno rendimiento, sin olvidar a Pedro, el técnico se enfrentará a un serio problema, porque ni el brasileño ni el uruguayo han sido fichados para calentar banquillo. Su precio y su valor lo constatan. Llegará, pues, el día en que Munir perderá protagonismo en su equipo y dejará de ser atractivo para los intereses de la Roja, pero no para los de la sub'21, su espacio natural.

Pero había que dar el paso. Puede que las expectativas levantadas por Munir se difuminen como sucedió con Bojan, o que se convierta en lo que ya anuncia, un crack. Si llega a la cima habrá que felicitar a quien se «precipitó» al convocarle para la absoluta.