Carmen Gurruchaga

Corrupción con independencia

El acuerdo entre Artur Mas y Oriol Junqueras garantiza la estabilidad parlamentaria al futuro Gobierno catalán, pero desestabiliza al resto de España por la exigencia del presidente de ERC de celebrar un referéndum independentista antes de que acabe la legislatura. Y es que lo negociado con ERC en este sentido va más allá de la propuesta inicial hecha por la federación nacionalista catalana porque sienta las bases para crear un Estado propio. Ambos partidos seguirán pidiendo dinero al Gobierno español a través del FLA mientras fomentan el Institut Català de Finances para convertirlo en un verdadero banco público catalán que dé crédito a las empresas que exporten. Para satisfacer a ERC, el presidente de la Generalitat ha dado un vuelco al programa de austeridad y recortes que puso en práctica durante los dos años anteriores al inopinado adelanto electoral. De hecho, existe un acuerdo total en el campo fiscal y económico, a favor de las tesis del partido nacionalista de izquierdas, pues CiU ha aceptado la creación de un impuesto sobre los pisos vacíos, la recuperación del de sucesiones, o la reducción del mínimo exento del Impuesto de Patrimonio. Como telón de fondo, la presunta corrupción de Mas y Pujol, tapada por el disparate de la independencia.