César Lumbreras

Crisis y Rusia

La Razón
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El curso de política agraria que acaba de terminar ha estado marcado por la crisis de precios en algunos sectores, especialmente el lácteo, tanto en la UE como en España. Han hecho falta tres paquetes de medidas propuestas por Hogan, el último de ellos sin aplicar todavía, y a pesar de ellos persisten las bajas cotizaciones. Hay que preguntarse si el comisario Hogan y su equipo han estado a la altura de las circunstancias y si la PAC actual cuenta con los instrumentos de gestión de los mercados adecuados para hacer frente, con rapidez y efectividad, a este tipo de situaciones. A la vista de lo sucedido, me parece que la respuesta a esos dos interrogantes es un rotundo «no». Las organizaciones agrarias comunitarias han venido denunciando que se llevan bastantes años desmantelando esos mecanismos, pero sus advertencias han caído en saco roto hasta ahora.

Otro asunto que ha estado muy presente a lo largo de este curso que se acaba ha sido el cierre del mercado ruso a la entrada de una serie de productos agroalimentarios de la UE. Comenzó va a hacer ahora dos años, aunque en el caso del porcino ya venía de unos meses antes por razones sanitarias. Es evidente que ha habido perjuicios para las exportaciones comunitarias de frutas y hortalizas, carne de porcino y productos lácteos. Pero también está claro que desde los dos sectores primeros se ha reaccionado y se han buscado mercados alternativos. Ahora mismo las exportaciones de carne de cerdo van como un tiro, lo que unido a un recorte de la producción ha vuelto a situar a este sector en números negros. La relación con Rusia es uno de los temas a seguir durante el próximo curso, lo mismo que las negociaciones con EE UU y Mercosur. Serán tres dolores de cabeza.