Iñaki Zaragüeta

Curioso lo del Valencia

Echa uno la vista atrás y descubre la debilidad de las convicciones de algunas personas. Cuanto más alardes y mayores órdagos lanzan, menos certidumbres o menos bazas. Si es en política, más todavía. Y en esta historia, el currículum de algún protagonista viene precedido por la política.

Viene esto a cuento por lo que está sucediendo en el Valencia CF y en la Fundación, donde los relevos no han podido tener peores frutos -siempre hay posibilidades de empeorar- y donde la flexibilidad de criterio ha quedado patente en función del interés. Si no, contemplemos el escenario. Tanto Amadeo Salvo como Aurelio Martínez, presidentes respectivos, proclamaron a los cuatro vientos su rechazo a la venta . El pulso fue a más, antes dimitirían que consentirlo.

Ahí están, en vísperas de cambiar la propiedad. Eso sí, montando un esperpento de convocatoria de miles de accionistas para ofrecer la imagen de contrariedad, con el objetivo, imagino, de excusar la variación de criterio.

Me resultó patético que una persona como Martínez, exconseller de Economía con Lerma, excandidato a la Alcaldía de Valencia por el PSOE, expresidente del ICO (Instituto de Crédito Oficial) con Zapatero, se crea en serio propietario del Valencia y afirme que él, la Fundación, tienen que permitir la venta por parte de Bankia, cuando no puede afrontar siquiera los intereses del crédito de 80 millones.

Hasta que llegaron ellos, el Valencia había quedado tercero varios años y rebajado la deuda. ¿Ahora? Atención, no pido la dimisión. Por mí, que se queden. Hago una reflexión, más que deportiva, sobre la condición humana, al menos de algunos. Así es la vida.