De lo que enseña el fútbol

Este fin de semana ha comenzado una nueva temporada de la liga de fútbol, con importantes novedades como el hecho de poder disfrutar de la misma en Navidad. En cualquier caso, nos sitúa ante la tremenda importancia que tiene el fútbol en la actualidad, y más en España donde gozamos de una de las mejores y más potentes ligas del mundo. Esto es así, y no hay más que echar la vista a los éxitos de nuestros clubes, contando con dos de los mejores del mundo, el Madrid y el Barça.Pero tan importante es el fútbol que todos los candidatos a las recientes elecciones para la presidencia del Barcelona, además de apoyar el proceso de secesión catalana, sostenían que ante una hipotética Cataluña independiente, su equipo debería seguir jugando la liga española. Resulta difícil sorber y soplar, pero lo que pone de manifiesto es que un equipo grande no quiere jugar en una liga pequeña, lo cual traería consigo que los grandes jugadores se fueran, porque tampoco quieren jugar en este tipo de ligas, y ello por muy catalanes que se sintieran. Esto es lo que produce la secesión, ligas pequeñas en todo y no solo en el balompié. Pero resulta curioso cómo en la ensoñación de la construcción de un Estado independiente, el fútbol y sobre todo el fútbol de alta competición, quedaría fuera de esa nueva situación; las consecuencias de jugar en una liga pequeña son muy duras y no se querría pasar por ellas, algo que sí parece que algunos están dispuestos a asumir en otras actividades, consecuencias negativas que ante este pretendido fraccionamiento se producirían. Esto provoca que muchas empresas, al igual que aquellos grandes jugadores, estén pensando en irse a jugar otras ligas, algo que resultaría muy perjudicial para Cataluña y para el resto de España.