Iñaki Zaragüeta

Decisión inevitable

El presidente del PPCV, Alberto Fabra, ha optado por la decisión más prudente de las posibles en el asunto de Alfonso Rus. La suspensión cautelar y la petición a Madrid de incoarle expediente apartan al presidente del PP de la provincia de Valencia y de la Diputación de las siglas populares y ratifica a Fabra como impulsor indiscutible de la batalla contra cualquier atisbo de corrupción. De paso, no promulga una sentencia de culpabilidad y mantiene la presunción de inocencia. Esta vez, además, el acuerdo cuenta con el apoyo de Rita Barberá, referente importante aquí y en las alturas. El periodo, víspera de la de la campaña electoral, obligaba a una decisión como consecuencia de la publicación de las manifestaciones grabadas por Marcos Benavent. El tiempo ha jugado contra el también alcalde de Xàtiva. No hacía falta ser adivino para saber que el puente del 1 de mayo sería definitivo para acabar a nivel orgánico con la situación de Rus. El goteo de conversaciones grabadas por quien fuera hombre de su confianza impedía el desarrollo normal de la campaña. No sólo en la Comunitat sino en España. El mantenimiento de la situación aparecía letal para el PP, que, aunque salva los muebles, no se librará de que Esquerra Unida continúe filtrando a trozos las grabaciones. Le puede ir en ello conseguir o no el 5 por ciento necesario para lograr escaños en las Cortes Valencianas. ¡Ojo! Y la Justicia sigue sin mover ficha. Así es la vida.