El Bloc se quita la careta

Los acontecimientos del Consell Nacional del Bloc Nacionalista Valencià (Bloc) han dado la razón a la tesis de la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, Carolina Punset, en la sesión de investidura del socialista, Ximo Puig, al imputarle que, al coaligarse con el Bloc, se había unido al independentismo y a la unificación con los Països Catalans.

Sus adornos quizá no fueron los más oportunos, porque facilitaban la demagogia, pero el fondo daba en la diana por más que los tiempos aconsejen disimularlo a los políticos. La democracia interna del Bloc ha desvelado los postulados programáticos del partido, los cuales son contundentes, como subrayó Punset.

Su artículo tres señala como objetivo la soberanía nacional del pueblo valenciano y su plasmación legal en una Constitución valenciana que contemple la posibilidad de una asociación política con los «países» con los que comparte una misma lengua y cultura.

Anteriormente, se proclama como «la organización política unitaria del nacionalismo valenciano». Y, desde luego, con la inmersión lingüística por bandera, como ha quedado patente con la propuesta de Gràcia Jiménez como consellera de Educación, cartera esencial para ejecutar su anhelada inmersión lingüística.

Punset ha quedado como defensora de unas tesis que, hasta el jueves, parecía defender el PP. Como me decía ayer una importante personalidad de la organización popular, «quitando algún sustantivo y calificativo, teníamos que haber sido nosotros quienes proclamaran esas convicciones». Se entiende que a muchos diputados del PP casi se les fueran las manos para aplaudir a la representante de Ciudadanos. Así es la vida.