César Lumbreras
El consumo de frutas
La realidad es que el consumo de las seis frutas más afectadas por las medidas rusas ha bajado mucho en España durante los últimos seis años. De acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio, en naranjas el consumo por habitante y año es de 20 kilos y ha tenido un recorte del 6,5 por ciento desde 2008; en mandarinas, de 6,6 kilos y del 4,3 por ciento; de manzanas consumimos 10,7 kilos, con un descenso del 17,7 por ciento.
El de peras ha bajado a 6 kilos, lo que supone un 20 por ciento de pérdida, mientras que el de melocotones ha pasado a 4,4 kilos, con una caída del 15,4 por ciento y, por último, el de ciruelas se lleva la palma, con 1,4 kilos por habitante y año y una pérdida del 22 por ciento.
Estas cifras se presentaron durante la reunión que mantuvo la ministra el pasado lunes con responsables de las asociaciones de la distribución. La tesis de Isabel García Tejerina es que con recuperar algo de la caída del consumo de esas frutas se podrían paliar en parte los perjuicios derivados de la pérdida del mercado ruso.
Al mismo tiempo, se debería aprovechar la coyuntura para analizar las razones que han llevado a los españoles a consumir menos cantidades de estas frutas y buscar una solución al problema: sustitución por otras frutas, crisis económica, grandes diferencias entre el precio que percibe el agricultor y el que paga el consumidor, mala calidad por arranques prematuros y falta de maduración.
Estamos ante una buena ocasión para que toda la cadena haga examen de conciencia sobre lo que se está haciendo mal, porque algo se está haciendo mal.
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