El esfuerzo

Me parece importante situar como ejemplo a los dos estudiantes premiados por LA RAZÓN que han conseguido gracias a su esfuerzo unas calificaciones en el umbral de la excelencia. Detrás hay un largo camino, con muchas horas de trabajo constante y callado, muchos pequeños y grandes sacrificios y, finalmente, la satisfacción de haber conseguido alcanzar un reto que entraña conocer y comprender más el mundo que nos rodea. Desde Concapa nos sumamos a las felicitaciones merecidas a estos estudiantes, sus familias y sus profesores, porque todos ellos han sido y son necesarios para conseguir esa formación de máxima calidad.

Lamentablemente, en muchas ocasiones se minusvalora y desprecia el ejemplo de personas como los premiados y se potencia la cultura del pelotazo y de la fama efímera sin esfuerzo, lo que produce el paisaje cultural mediocre que tanto prolifera en algunos medios y contribuye en una medida importante a la existencia de esta grave crisis económica, laboral y social.

Durante mucho tiempo el estudio responsable y serio no ha sido un valor de moda. Sin embargo, la actualidad nos cuenta como el desempleo se está cebando especialmente entre los jóvenes con menor formación, posiblemente porque se han esforzado menos en sus estudios. Tenemos que educar a nuestros hijos en el esfuerzo y la austeridad y la crisis se encarga cada día de recordarnos que el esfuerzo es la actitud fundamental que permite al ser humano mejorar sus valores y minimizar sus defectos, que sin esfuerzo resulta imposible la superación personal. La mayoría de las familias sabemos que el esfuerzo conduce también a la adquisición de otros valores humanos muy importantes como la voluntad, la tenacidad, el orden, el sacrificio, etc., que son desarrollados a través del entrenamiento diario que durante muchos años supone el estudio; valores que acompañarán toda la vida a estos dos estudiantes y que, posiblemente, son mucho más valiosos que las calificaciones obtenidas.