Iñaki Zaragüeta

El Gobierno, con la ley

¡Hala!. Los nacionalistas, esta vez arropados por los socialistas catalanes, han aprobado una Ley sabiendo que es inconstitucional y, por tanto, ilegal. Y lo hicieron los mismos que prometieron cumplir y hacer cumplir la Ley, dinamitando su compromiso institucional y vulnerando su palabra. Conocen que la consulta no se celebrará, pero miran hacia otro lado. Lo hacen, es cierto, animados por el hecho de que nada ha sucedido otras veces que han menospreciado las sentencias del Tribunal Constitucional, el mismo que «no ha tenido tiempo» durante tres años para decidir el recurso presentado por el Gobierno de Zapatero contra la Ley de consultas populares.

La votación de ayer, además, muestra la continuidad hacia el abismo del Partido Socialista Catalán. Da la impresión de no haber aprendido de lo acontecido en los últimos años, en los que miles de votos le ha abandonado desde que se arrojó en manos de Esquerra Republicana, como le sucede a Convergencia. Muy bien tendrá que explicarse a partir de ahora Pedro Sánchez, el televisivo secretario general del PSOE (a este paso terminará como PS suprimiendo la «O» de obrero y la «E» de español), por toda España para contrarrestar la imagen de favorecer los instrumentos hacia el secesionismo y hacerlo a través de la ilegalidad.

Me resultó curiosa la cara de preocupación de Artur Mas tras la aprobación. No había satisfacción. Como acorralado. Desde ayer, afronta un escenario inabordable, con un Rajoy y un Gobierno perfectamente pertrechado para impedir, con la Ley como primer instrumento, unos sueños inaceptables. Así es la vida.