Julián Redondo

El golpe

El golpe
El golpelarazon

Tú, Bayern, quédate con el balón, sóbalo, mímalo y demuestra tu dominio con 30 toques para llegar a mi área, que a mí me sobran 27 para condenar a tu portero. Tú, todopoderoso Bayern, maneja la lírica, la belleza de una combinación múltiple, la perseverancia, la alternativa de una segunda jugada porque mi presión es tan inapreciable que te lo permite; que yo, Real Madrid, con la épica me defiendo, aunque sea menos estético un despeje desesperado y acrobático de Ramos que una internada de Robben. Tú aprovecha mis balonazos, esos despejes al tuntún –que te lo has creído–, para dominar 70 a 30 en mi casa. No importa, tú ataca que yo contragolpeo. ¿Lo ves? Sólo he necesitado tres toques, desde Cristiano, que lo tenemos en conserva, a Coentrao y centro al punto de penalti porque Boateng y Dante son tu punto débil. ¿Lo ves? Ahí llega Benzema y te gano 1-0.

Tú, Bayern que acojonas, lanza córners sobre mi portería, que no vas a rematar uno, que a la contra te espero. Y te cazo, o lo intento, y pongo a prueba tu temple. Lástima del remate que se le fue arriba a Cristiano; Cristiano, que le ha echado un par y ha jugado con evidentes limitaciones, pero impone. Y la de Di María, en otro contragolpe que podía haber sido definitivo, y tiró alto, porque no miró a su izquierda, donde Benzema estaba listo para el 2-0.

Y piensa mientras descansas, que te hace falta porque la cara de Schweinsteiger es de derrota y fatiga. Y no te vengas arriba porque se ha lesionado Pepe, que entra Varane, y Bale, que se toma una aspirina y corre los 100 en 11 segundos, por Ronaldo. Y Casillas, ¿qué?, Götze. Pues toma, un zarpazo. Y no te descuides en Múnich.