Miguel Ors

El «hat trick» de Felipe VI

L22 Titularidad

Opino. O sea: no diagnostico. Sobró en San Mamés la primera parte: fea, cicatera en calidad. Gozoso el segundo tiempo del Atlético de Madrid. Los tres goles de Griezmann, turrón navideño de Jijona para él y para la familia rojiblanca. En la Real Sociedad templaba y mandaba. No así, sin embargo, en el Atlético. Hasta ayer: ayer firmó su gran tarde de oles: tres olés. Veo el fútbol, como es natural, desde fuera, desde la barrera; Simeone, desde dentro. Griezmann es veloz, piensa con el talento del instinto (el talento de Casillas, como portero) y trabaja con el instinto de la codicia. Cuando llegó al Atlético, me dije: «Buen fichaje». Pues de Simeone va a depender, en parte, que Griezmann brille de una vez por todas por sus plurales capacidades y no por el tintado y sofisticado pelo que luce.

M23 Ellas

Una vez más, viva el sexo débil, cada vez más fuerte. Las chicas del deporte transmiten luz, alegría, placer. Placer de medallas (y también del otro, claro está). Desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde ellas ganaron once de las diecisiete medallas conquistadas, el sexo débil es una deleitosa marea alta de satisfacciones. Las balonmanistas, mujeres de plata y probablemente de oro en los próximos Juegos Olímpicos, se divierten y contagian su júbilo y alborozo. Y encima, además, sienten el orgullo de su españolidad: algunas, oyendo el himno nacional, reflejaron acuosamente en los ojos ese sentimiento. ¡Qué distinta la «casta política» de la «casta deportiva»!. ¿Por qué le cuesta tanto a la casta política decir España, pronunciar la palabra España? Hoy estoy contento por las chicas de la selección española de balonmano y por lo que ha dicho Susana Díaz, la presidenta socialista de la Junta de Andalucía.

–¿Qué ha dicho?

–Que lo importante es España. Felicidades, Susana, muchas felicidades, y felicidades, muchas felicidades, sexo débil –qué sarcasmo– del balonmano.

X24 Paz

Paz, que ha nacido el Niño Jesús. Paz a los hombres de buena voluntad del fútbol. Si la tierra es para quien la trabaja, que decían quienes la trabajaban, el fútbol es para quienes saben de fútbol. Hay celtíbero y pijotero pique entre los elegidos democráticamente (Ángel María Villar, Alejandro Blanco) y los elegidos a dedo (Miguel Cardenal, acólito de Javier Tebas). El fútbol de estadio, digámoslo así, tiene que podar, esto por descontado, las ramas podridas. Ángel María Villar, silente hasta hace unas horas, parece que quiere hacer las cosas sin tremendismo, celebrando una reunión «parlamentaria» con todos sus representantes: entrenadores, jugadores, directivos. Tremendismo, el justo y necesario.

–La zanahoria del diálogo, ministro, antes que el tremendismo del palo.

–¿Quién dice eso?

–Eso se lo decía Pío Cabanillas a Fraga Iribarne, su ministro. ¡Hace tantos años de eso!

Convertir el fútbol en un espectáculo de policías fuera del estadio y llenarlo con kostkas no es, ni de cerca ni de lejos, la solución.

–¿Cuál es la solución?

–Reeducar a los mal educados, echar de los estadios a los mal educados y llenar con reeducados las gradas de los mal educados (ultras y todas esos indeseables ébolas). Villar conoce genéticamente el fútbol, pese a su política de avestruz (majo, debiste dar la cara enseguida) tras la tragedia más paraideológica que parafutbolística del Manzanares. Que la gente del fútbol, pues, resuelva parlamentando la «crisis» de la violencia. Puede hacerlo. Y lo hará. No se dude.

¡Ah! El fútbol es a la vez juego y terapéutico aliviador del ánimo. Si se le quita la voz del grito, el fútbol no interesa.

J25 Forofo

Impecable el «hat trick» –triplete, vaya– de Felipe VI. Forofo de la Unidad («nadie en España es hoy adversario de nadie»), forofo del Amor («llevamos a Cataluña en el corazón»), forofo de la Regeneración («debemos cortar de raíz y sin contemplación la corrupción»).

-Claro, sencillo, irrebatible... Y goleador. Ni un pero a su mensaje. He sido siempre forofo de la unidad, el amor y la honradez (detesto las ideologías que divorcian y detesto a los políticos que miran para sí, pero no para España). Tolerancia cero con los políticos que ignoren el «fair play» del mensaje navideño del Rey.

V26 Torres

Fernando Torres alcanzó la cima del Everest de su carrera en el Liverpool. Ya 30 años. En su biografía, títulos europeos y la laureada del fútbol, un Mundial. ¿Cómo encajará en el Atlético de Simeone? ¿Encajará? ¿Quién será el sacrificado? Suspense. Ojalá le venga al Atlético lo bien que le vino al Liverpool. Hay otoñales que rejuvenecen.