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El miedo del Sr. Iglesias

La Razón
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El ser humano tiene aversión al riesgo. A veces nos enfrentamos a lo que denominan los expertos como «riesgo objetivo», es decir, determinadas circunstancias que aumentan el porcentaje de probabilidad de que algo malo ocurra. Otras veces se trata de «riesgo subjetivo». Éste se relaciona con la incertidumbre psicológica.

El temor es sinónimo de miedo, no es deseable y tiende a ser irracional y variable. Se da la mano con la esperanza, con los sueños: sentimos miedo a perder algo o a no alcanzar determinados objetivos.

Está de moda hablar sobre Podemos. Los informativos, y tertulias se centran en analizar, intentar predecir o criticar lo que hacen o dejan de hacer. Lo último es el documental «Política, manual de instrucciones», dirigido por Fernando León de Aranoa. En él se narra con detalle la semilla del partido cuando en el verano de 2013 el Sr. Pablo Iglesias toma la decisión y le dice a la Sra. Tania Sánchez: «Lo voy a intentar, no tengo nada que perder». Ésa es la clave del éxito de Podemos. Los partidos comunistas habían tocado techo y, además, en IU el Sr. Iglesias no tenía espacio político. La carrera docente universitaria es lenta, cargada de mucho trabajo, y la impaciencia y la ambición le llevaron a la conclusión de que era el momento.

Más allá de la movilización en redes y los sondeos de los distintos medios, el debate a cuatro del lunes arrojó un elemento cualitativo sobre el Sr. Iglesias que se está convirtiendo en un denominador común en esta campaña electoral: decepcionó a muchos de sus adeptos porque no arriesgó. En realidad, lo que intentaba era no perder ninguno de esos apoyos. Cuando agrede al PSOE sabe que asusta a parte del electorado y radicaliza a su formación.

Sin embargo, lo que hay detrás es otra cosa, es que psicológicamente han interiorizado que ahora sí tienen algo que perder. Nunca han ganado al PSOE, pero llevan tanto soñando con ello que ahora que las encuestas les dan esa expectativa tienen miedo a perderla.

El PSOE debe reaccionar, tiene las siglas más sólidas. No hay individuo en la política española con personalidad más potente que la marca socialista. Por eso es un error hacer la campaña centrada en nombres propios. El sueño de cualquier político es subirse en un coche como el partido socialista para competir electoralmente.

No es fácil saber utilizar los medios de comunicación para lograr incorporar seguidores y mejorar las expectativas electorales. Sin las televisiones, el Sr. Iglesias no hubiese logrado obtener el 8% de las elecciones europeas de 2014 ni que, dos años después, las encuestas le auguren más del 20%.

Pablo Iglesias fundó el PSOE cuando no se había inventado la televisión y cuando gran parte de sus seguidores ni siquiera tenían acceso a la prensa. Imagino por un segundo si hubiera tenido acceso a una televisión cuál hubiese sido su resultado político. Hoy el PSOE tiene acceso a los medios, debe usarlos mejor.