Iñaki Zaragüeta
El ojo izquierdo de Rivera
La «primera en la frente» sería la inicial enseñanza que ha de aplicarse el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, por su ojo al apoyar a los socialistas andaluces, cubiertos de corrupción hasta las cejas, y pretender a la vez aparentar protagonismo principal en la cruzada contra esa lacra que ha reventado en España. Este adalid de no se sabe qué, a juzgar por los hechos, se las hace pasar canutas hasta límites incomprensibles a Cristina Cifuentes en Madrid o se niega a dar la Diputación de Alicante al PP a falta de un escaño para la mayoría absoluta. Sin embargo, rindió pleitesía al PSOE andaluz para que Susana Díaz fuera presidenta sin que sus antecesores Manuel Chaves y José Antonio Griñán dimitieran. Sí, sí, el mismo Rivera que se hartó de pregonar que «sin esas dimisiones, que no me llamen porque ni siquiera descolgaré el teléfono». Le llamaron, descolgó el teléfono y les apoyó a pesar de que ambos continuaron en sus escaños.
¡Ay amigo! El Tribunal Supremo ha hablado y ha dejado a todos en su sitio. Como la inmensa mayoría creíamos, Chaves y Griñán están imputados, entre otras cosas porque resulta increíble que desconocieran la existencia del entramado de los ERE, el escándalo mayor acaecido en la política española junto al de los Puyol. Al final tendrá razón mi amigo Rogelio, que adjudica a Rivera una ideología de centro izquierda a pesar de que la mayoría de los votos le llegan del centro derecha, circunstancia que no quiere reconocer. «Sólo ve por un ojo, el izquierdo».
Rivera, aunque se las promete muy felices, deberá aclararse y demostrar coherencia. Le recomiendo a los clásicos: «Lo que las leyes no prohíben puede prohibirlo la honradez». Así es la vida.
✕
Accede a tu cuenta para comentar