El peor escenario para los nacionalistas

Los nacionalistas catalanes no han acudido a la recepción del Congreso de los Diputados. En estas elecciones, hay una mayoría partidaria de cambios constitucionales y encima no serán decisivos ni determinantes en el nuevo parlamento. Ambas variables son un revés para sus aspiraciones secesionistas. El secesionismo catalán está aterrorizado ante la posibilidad de un cambio constitucional. Su escenario preferido se va al carajo. ERC y Convergència se encontraban muy a gusto en una situación como la actual para justificar su manido «España no nos quiere. No queda otra que la independencia». La reforma puede poner sobre la mesa un nuevo encaje de Cataluña con el resto de España, un cambio en el sistema de financiación y un texto más acorde con las reivindicaciones sociales y políticas de los españoles del siglo XXI. Estos cambios serán votados por todos los españoles, incluidos los que viven en Cataluña. Los independentistas pueden ser derrotados y sus veleidades quedar en agua de borrajas. Las encuestas dicen claramente que los catalanes quieren una solución, y ésta no es el independentismo.

Por si acaso, los líderes de CDC y Esquerra han puesto a remojar sus barbas en un intento de ganar las generales, aunque en este punto también pintan bastos. Las previsiones es que ganen los partidos constitucionalistas. Todo un vía crucis. Francesc Homs ha dicho que sólo participará en una reforma para «defender la independencia». Sin comentarios. ERC, tirando de «sutileza», la tilda simplemente de fascista. Señor Rufián, fascismo era la milicia de las Juventudes de ERC y Estat Català, sus dirigentes, los hermanos Badia, y su inspirador, amén de negociador con el régimen nazi e italiano para formar un Estado Catalán bajo la égida del Eje, Josep Dencàs. El saber, señor Rufián, no ocupa lugar.