Comunidad de Madrid

El podio de Madrid

Últimamente la política española no ofrece descanso y las elecciones municipales y autonómicas son las más interesantes de los últimos años. En general, se considera que gana los comicios locales el que consigue las alcaldías de las principales ciudades y no aquel que logra mayor número de votos en total.

Son unas elecciones que se juegan más en el escaparate y en el efecto que causan los titulares del día siguiente que en la trastienda del recuento. Por eso, los analistas escudriñan los resultados de Madrid, Barcelona y Valencia, porque son la foto de la victoria.

Lo que ocurra dentro de unos días en las principales instituciones madrileñas tiene especial morbo. Si los resultados del 28A se repitiesen tal cual, la Comunidad de Madrid podría llegar a manos socialistas si pactaran con Ciudadanos, cosa que parecía improbable hasta las elecciones generales por el veto de los de Albert Rivera, pero que después de la catástrofe electoral de la derecha, vuelve a estar en el tablero de las posibilidades.

En el Ayuntamiento de Madrid ocurriría algo similar si también se calcula extrapolando las cifras de las generales. Los socialistas serían la primera fuerza, pero sus concejales junto a los de Manuela Carmena sumarían 26 concejales, frente a 28 del bloque de derechas, aunque, de nuevo le saldrían las cuentas al PSOE si se aliase con Ciudadanos.

Todos los partidos quieren la Comunidad y el Ayuntamiento y todos se ven capaces de conseguirlo, por eso, las especulaciones sobre estos presuntos escenarios van in crescendo a medida que se aproxima el 26M.

Si algo tienen en común los populares y Podemos es el miedo a un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos que les lleve a repartirse una institución para cada uno de ellos. Los socialistas renunciarían al Palacio de Comunicaciones a favor de Villacís y la Puerta del Sol sería para ellos.

Para Pablo Casado ganar en la capital de España a los naranjas se ha convertido en una cuestión de vida o muerte. Venció a Rivera por 20.000 votos, prácticamente un empate, sin embargo un voto más le daría oxígeno en la negociación postelectoral que frenase los posibles acuerdos entre naranjas y socialistas.

De otra parte, la operación Errejón-Carmena tiene pinta de que solo beneficiará a los socialistas en perjuicio de los morados, pero está por ver si la alcaldesa tiene en la capital el tirón electoral que ella presupone y que no ha podido medirse en las elecciones generales porque se votaba otra cosa.

Claro que todas estas cábalas se han hecho suponiendo que las urnas las van a llenar los mismos electores con los mismos votos y eso es realmente muy complejo. Por eso, cualquier escenario es posible, desde que Manuela Carmena venza a Pepu Hernández a que Ciudadanos supere a Gabilondo o que el PP recupere terreno, incluso algunos están atentos a los votos de Vox.

Eso sí, los que no consigan podio no les quedará otro camino que dimitir. Se resistirán hasta el último momento, pero tendrán que irse.