Cristina López Schlichting. 28/10/2017
Los amigos me lo decían hace mucho: aquí, el Estado ni está ni se le espera. Este verano, visitando los maravillosos pueblos de la Cerdaña, me impactaba comprobar una y otra vez que en la plaza, el ayuntamiento, el cruce principal, ondeaba la estelada. Y aún me sorprendía más que mis amigos catalanes no se inmutasen y aceptasen como inevitable que los independentistas impusiesen a todos, naturales...