PSOE

El problema es el tiempo

La Razón
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No se lo esperaban. Quizá lo de Felipe González sí, porque el ex presidente ya había manifestado que ponía la gobernabilidad de España por delante del partido. Pero eso lo explicaron como un gesto de responsabilidad histórica, y tampoco entraron en más razones. Pero luego vino el bombazo, el durísimo editorial de «El País» contra Pedro Sánchez y sus argumentos. Y luego el otro ex presidente, Zapatero, y Alfonso Guerra, y Javier Lambán, presidente de Aragón, y el de Extremadura, Fernández Vara. Ha sido un goteo imposible ya de contener. Tampoco lo han intentado, salvo Antonio Hernando que dijo aquello de que «Los socialistas vamos a seguir unidos en el ‘no’ a Rajoy». ¡Pues menos mal que van a seguir unidos! Ayer mismo, el secretario de Economía del partido, Manuel de la Rocha, puso la guinda en declaraciones a la Cope diciendo que «si las circunstancias cambian» se podría reconsiderar el no a la investidura... siempre que otros partidos se sumen a ella. Tampoco dijo nada que no piensen casi todos, incluso alguno de los más destacados integrantes de ese núcleo duro del entorno del secretario general. ¿Y entonces dónde esta el problema? Pues donde siempre estuvo: en el propio Pedro Sánchez, como ya señaló con acierto el editorial del periódico.

Es verdad que, tal y como están las cosas, no tendrá muchos lugares dónde ir. Su carrera política podría resultar efímera. Pero tampoco los resultados que ha cosechado son como para darle un premio. Nunca el PSOE estuvo tan mal. Pero hay algo más: a la pérdida de votos y representación hay que añadir el caos ideológico que vive el partido. Es verdad que lo sembró Zapatero, pero su sucesor en la secretaría general se ha dedicado a regarlo de mala manera. ¿Y por qué calla Susana? Pues porque espera como fruta madura la decisión de Sánchez, que no puede ser otra que la abstención. Y tras ella, su dimisión. Calla porque no quiere ser la que fuerce el desenlace sino la que sea aclamada como solución. La verdad es que no tiene muchas más el partido.

Necesita alguien que sitúe de nuevo a los socialistas en la centralidad y en la defensa de la unidad de España. Tampoco sobran candidatos. Pero el problema es el tiempo y, sobre todo, Pedro Sánchez. En el partido quieren resolverlo este mes. No se lo pierdan.