Toni Bolaño

El psc fa llenya

Pere sube por el tronc del castell. La enxaneta se da maña para escalar por los baixos, los segons y los terços. Sin embargo, algo no funciona. Àngel, situado con el centro de la pinya, está con los brazos cruzados, mientras Quim charla amigablemente con Marina y se desentienden de dar su apoyo a folres y manilles. Un poco más allá, los más jóvenes como Rocío, Laia, Jordi y otros han dejado de tener los brazos en alto y comentan la jugada con la colla vecina encabezada por Artur, Quico y Joana.

Pere siente que se tambalea peligrosamente. Espera que Montse aguante porque es necesario sujetar a los terços. Pero, no está por la labor aunque Antonio mantiene el equilibrio junto a Maurici. Montse habla por teléfono. Antonio se lo recrimina. «Cuelga ya». «No puedo», contesta. «Es Oriol», añade a modo de justificación.

«La cosa no va bien», piensa Pere. Por un momento se anima. Alfredo, Elena y Óscar han dejado de molestar a la pinya que ha sido reforzada con las Nurias de Santa Coloma y Hospitalet y Pep Fèlix, el experto de Tarragona. Se colocan al lado de Joan Ignasi, que aún aguanta. Eso sí, sólo utiliza una mano. Con la otra saluda a Raimon, recién llegado que de Bruselas.

Ante tanto despropósito, Carme se va a tomar una caña. No va sola. Otros siguen su ejemplo. A Pere, casi en lo alto, le parece que el castell aguanta. Fue una ilusión. Cae en picado. Dolorido, Celestino le amortigua el golpe pero el castell ha caído. Han hecho llenya. Con esta colla, Pere sabe perfectamente que no llegará a ninguna parte.