Pedro Narváez

El sexo es de derechas

El fenómeno de «Cincuenta sombras de Grey» pasa la página del sexo contemporáneo en la época del onanismo en internet, una tontuna dos siglos después de los escritos bárbaros del marqués del Sade. El libro y ahora la película tienen al público femenino adelantando la primavera a febrero cuando aún hay promesas de flores y muchos capullos sueltos por ahí. Ahora se retuerce el debate sobre la dominación con ridículas citas pseudointelectuales como sacadas de un monólogo de Loles León. Y es que según algunos entendidos en las cosas del querer, la izquierda habla mucho de sexo y pone al día las teorías psicoanalíticas con el mismo resultado bochornoso que provocan los vídeos de Monedero en los que ve tras «El rey león» una metáfora de la guerra del Golfo. Pero la derecha lo practica con más asiduidad, sin tanta verborrea estéril. También en esto la derecha es práctica. Algunos datos verifican la teoría. Una encuesta en Estados Unidos contemplaba que el 53% de los republicanos conseguía un orgasmo en sus relaciones frente al 40% de los demócratas, aunque si las andanzas confesadas de Bill Clinton puntuaran doble, la cifra se dispararía varios puntos. No digamos si en Francia se hiciera lo propio con el socialista Strauss Kahn. Hace ya algunos años «Interviú» publicó un sondeo según el cual el 20% de las mujeres españolas de derechas decían mantener más de siete relaciones a la semana mientras las de izquierdas no llegaban al 11%. Eso sí, las Femen enseñan las tetas hasta en el Vaticano y las señoritas burguesas conservan el buen gusto de llevar sujetador. Contaba Carmen Rigalt que a Monedero le gustan las playas nudistas. Aunque no haga «streep tease» ante Hacienda, digo yo. Un clásico del PP llevaría un traje de baño de Ralph Lauren en color pastel. Lo importante es dónde se coloca la guinda.