Julián Redondo

El sudor del de enfrente

La Razón
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Suenan tambores de guerra en el deporte español. El presidente del baloncesto, de baja médica por prescripción facultativa y apartado de su cargo motu proprio antes de que lo retiraran, entre la depresión y el dolor espera la inhabilitación, al menos. El proceso no reparará en golpes de efecto. Con fuerza explosiva aparecerán iluminados nombres de mayor o menor rango, hasta que la ley elimine una partícula tras otra, mientras expertos auditores diseccionan el alcance de patrocinios y subvenciones, de favores, compras, ventas y de eso tan púnicamente y «gúrtelmente» humano que consiste en engrasar la maquinaria sin vergüenza y con artesanal destreza. Puede que ni nos asombremos.

Tampoco debería sorprender a los jugadores del Madrid, y éste es otro cantar de los cantares, que Benítez tire por la calle del medio y recurra al Génesis, porque por lo terrenal ha perdido la batalla, para hacer la alineación contra el Rayo: «Te ganarás el puesto con el sudor de tu frente». A Kroos le redujo al banquillo por correr menos que el burro de la «pará» y si se atreve a romper lazos con estrellas más o menos luminosas hasta podría librarse del bloque de cemento que lleva encadenado a los pies. Necesita épica para triunfar y la pasión de una plantilla acomodada para convencer; además de argumentos para que quienes gesticulan durante la clase y se dan golpecitos en el codo cuando hacen que le escuchan lo entreguen todo por él. Es tan difícil... Más que destapar el lío de la FEB, por muchas pantallas y muros que se hayan interpuesto entre la ficción y la realidad. Porque de repente estalla todo y los que se ganaron el pan y las angulas con el sudor del de enfrente van a comer chuscos.