Julián Redondo

Es la guerra

La Razón
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Frases sueltas o encadenadas que sentencian, que describen la cruda realidad o que auguran el porvenir. Ésta de Miguel Cardenal al referirse a su antiguo amigo Ángel María Villar y a las denuncias que pesan sobre el Madrid y el Atleti: «Me gustaría que España tuviera un representante en la FIFA, no que la FIFA tenga un representante en España». Palmaria. Reclama acción al presidente federativo. Puede pensar que ambos clubes son maltratados, como antes el Barcelona, o que los motivos para sancionarlos son menos diáfanos que el porvenir que aguarda a niños que sin La Masía, por ejemplo, en algunos casos estarían condenados a una vida de privaciones. Tal cual. Aunque ni el Barça ni el Madrid ni el Atlético apuestan por chavales sin una evidencia de talento futbolístico. Lógico, por otra parte.

Con las dagas que van a volar hasta el 23 de abril, fecha prevista para las elecciones a la RFEF, Zhang Yimou podría rodar otra entrega. Villar ha anunciado que se presenta al octavo mandato. Jorge Pérez, el rival más fuerte, no ha hecho oficial su candidatura. Al oficializarla, tendría que pedir la excedencia o marcharse y renunciar a esa indemnización que el tesorero no está dispuesto a pagarle. La paz, imposible. Groucho grita: «¡Más madera, es la guerra!». No exagera. Los bandos se identifican, las Territoriales toman posiciones, la Orden Ministerial se interpreta según conveniencia, salen a la luz créditos como el del Recre y pagos como el de Oltra –también Abel fue premiado por la caja del Comité de Entrenadores cuando le despidió el Levante–; no hay manera de rebajar la tensión. Tiende a peor, así que merece la pena recurrir de nuevo al humor de Groucho en «Los hermanos Marx en el Oeste»: «¡Hola chicas! Ya veo que no sólo tienen curvas las botellas... ¡Lulubelle! No te conocía viéndote de pie».