Marta Robles

España, año cero

En la España de «La Roja», «La Armada Invencible», «Los Hispanos», «Las Guerreras» «El mejor piloto del mundo» y «El baloncestista más internacional», la sombra del Dr. Eufemiano Fuentes y sus prácticas para restituir los parámetros analíticos de deportistas de distintas disciplinas y ponerlos en situación óptima para poder practicar su deporte, planea sobre las reputaciones de los mejores nombres de nuestra historia deportiva. Que la jueza del caso no quisiera escuchar los nombres de las personas a las que el médico «atendió», cuando éste quiso decírselos, no es bueno para nadie, pero menos aún para los que nunca han hecho trampas ni las harán. El esfuerzo de tantos grandes atletas no puede quedar empañado, siquiera ligeramente, por la duda de un dopaje generalizado, incluso si se refiere a unos años en los que la ilegalidad de tomarse esto o aquello no estaba estrictamente determinada. Sobre todo porque siempre están al acecho nuestros vecinos franceses, que tanta estima nos tienen, y que no dejan escapar la oportunidad de restar méritos a quienes los obtienen, única y exclusivamente, gracias a su trabajo y a su talento.

Estamos viviendo en una España poco creíble, en la que ningún ámbito de la sociedad se libra de la duda: los políticos, los «Urdangarines» de turno, ciertos empresarios ¿e incluso algunos deportistas? En todas partes «cuecen habas», pero nunca tanto como en este momento terrible, en el que corresponde ya tocar fondo y rebotar. Si hay que llegar hasta el infierno, lleguemos, abrasémonos con la verdad, que tanto miedo nos da, y pongamos el contador a cero, para poder empezar de nuevo, por fin limpios de polvo y paja.