Toni Bolaño
Faltan arrestos
Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar. Barack Obama ha sido clarito. No ha hecho ni puñetero caso de la internacionalización del proceso de secesión de Artur Mas. No se refería a Cataluña pero el comunicado de la Casa Blanca bien se puede aplicar a los movimientos de los nacionalistas catalanes.
EE UU no reconoce la legitimidad de la consulta convocada en Crimea porque viola la Constitución y atenta contra la ley internacional. Es el segundo varapalo al movimiento nacionalista en 24 horas.
Ayer, el presidente de Escocia, Alex Salmon, recomendó a los catalanes que dialogaran para acordar la consulta con el Estado. Un diálogo que, reconoció, a Escocia le ha costado varios años. Aquí en apenas una hora, Mas dio su particular portazo a Rajoy.
Hace escasos días el ideólogo del proceso soberanista, el conseller de Presidencia Francesc Homs, comparaba Cataluña con Ucrania. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos se desdijo, pero ahí están sus declaraciones.
La hemeroteca le delata. Sugiero que tome nota de las declaraciones de Obama antes de volver a repetir sandeces del tipo «no permitir la consulta a una nación es el fin de la Europa tal como la conocemos».
Eso lo dirá por él, porque muchos pensamos que Europa, al igual que Obama, considera la consulta unilateral como un acto contra el Derecho Internacional.
En su periplo por las Españas –Artur Mas no las hace. Es más, niega entrevistas a medios que su jefe de prensa califica de españolistas– Francesc Homs recaló en Sevilla. En plena guerra de cifras sobre las balanzas fiscales –Extremadura y Madrid han dado sus datos– el representante catalán no tuvo arrestos suficientes para decir alto y claro lo que lleva meses y años diciendo en Cataluña: «España nos roba».
Ante el auditorio optó por ponerse la piel de cordero y escabullir la patata caliente. «Vamos a estar calladitos» y «vamos a esperar a ver», dijo ante un auditorio que consideró no demasiado proclive a sus argumentos.
La valentía brilló por su ausencia en un momento importante. ¿No podía decir en Sevilla que Cataluña tiene una financiación no ajustada, que no puede ser que pague más de lo que recibe, que hay que cambiar los criterios del reparto impositivo? Prefirió la cobardía y el discurso vacío.
Dejó en el cajón la gallardía. Ahora tendrá que lidiar con otro Miura, la torta con la mano abierta que le ha dado Obama al proceso independentista. ¿Ahora qué dirán? ¿Qué Obama no tiene ni idea?
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