Fracasaron todos

Cada vez hay más profesiones como los economistas, «aquellos expertos que se dedican a predecir el pasado y explican por qué pasó lo que no acertaron a predecir». Así lo ha demostrado Trump con su triunfo contra las encuestas, contra todos los medios de comunicación, contra las maniobras de los poderes fácticos, contra la cruzada de todo el orbe desarrollado y sin desarrollar a excepción de Putin, y contra el mundo mundial por simplificarlo. Los gerifaltes demoscópicos, los contertulios salvo «raras aves» de las RTV y los políticos se dedican ahora en las redes sociales, en el papel y en las ondas a explicar por qué ha acontecido lo que no supieron analizar.

Tras lo acaecido con los fracasos en Reino Unido con el «Brexit», en Colombia con el acuerdo de Santos y las FARC, y ahora en EE UU con Trump-Clinton, ¿quién gana las elecciones y las consultas?, ¿las minorías?, ¿las mayorías?, ¿los lobbies?, ¿la televisión?, ¿los medios?, ¿el pueblo soberano e indomable? ¿O los políticos al uso? Está por llegar el fracaso de los agoreros, que anuncian el fin del mundo, prevén el ocaso de la civilización y el caos universal. Discrepo. A partir de enero, quizá mañana, el que más motes ha recibido se comportará diferente. La democracia estadounidense es probablemente la que más controles tiene. Como colofón, para qué hablar de los efectos de Pedro Sánchez. Eso que a Hillary le había avisado hasta Alfonso Ussía. Y cierro con la influencia en la moda que marcará Melania. Así es la vida.