Elecciones Generales 2016

Frenar a Podemos

La Razón
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El temor a Podemos es un factor de clara movilización en el electorado del centro y la derecha. La fuerza que lidera Pablo Iglesias puede superar al PSOE en votos y en escaños provocando un vuelco histórico en el espacio de la izquierda que ya se vislumbró el 20-D. Los socialistas dejaron España al borde de la intervención en 2011 y Rajoy se encontró con un panorama desolador, tal como muestran los fríos datos de la Contabilidad Nacional. No se trata de una opinión, sino de unos indicadores que certifican la desastrosa gestión de los ministros Pedro Solbes y Elena Salgado así como del entonces gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez. No se pudo hacer más mal en tan poco tiempo. La economía está actualmente muy bien orientada, aunque la cifra del desempleo sigue siendo un factor que genera una gran inquietud así como la lógica angustia entre los afectados. Es verdad que estamos en un buen ritmo de crecimiento, pero hay factores, internos y externos, que pueden provocar que volvamos a la casilla de salida. Esto significaría una nueva crisis de consecuencias catastróficas, porque no hemos tenido tiempo de recuperarnos. Los aspectos externos pasan tanto por la economía mundial como por lo que suceda en el Brexit. La salida del Reino Unido sería un golpe muy duro para la credibilidad de la UE. En el ámbito interno sería la formación de un gobierno de izquierdas que muestra una inquietante inexperiencia así como una fe disparatada por las medidas intervencionistas que siempre han fracasado. Esa pasión por el gasto público descontrolado es un enorme despropósito. Una política expansiva sólo serviría para incrementar la deuda y crear una falsa sensación de recuperación que conduciría al colapso de la economía española. Este panorama preocupa a muchos españoles que no les gusta Podemos, pero tampoco el modelo de gestión socialista basado en el despilfarro. En este sentido, resulta desconcertante la actitud de Rivera y Ciudadanos que parecen más próximos a Pedro Sánchez y las políticas que fracasaron que a Rajoy y el PP que propugnan una línea de actuación que tan buenos resultados ha dado. A esto hay que añadir ese planteamiento excéntrico de los últimos días que pasa no solo de vetar a Rajoy sino por enumerar cuáles son los candidatos del PP que les gustan para presidir un gobierno. Es evidente que hay preocupación en Ciudadanos ante un posible retroceso electoral, fruto de ese férreo pacto que suscribió con el PSOE. El voto de centro derecha que optó por Rivera el 20-D se encuentra en la disyuntiva de decidir si repite con un partido que prefiere un gobierno socialista o se decanta por el PP con el fin de seguir con las reformas, el crecimiento y la credibilidad internacional.