Martín Prieto
Gallardón en bandeja
Según la literatura bíblica Salomé estaba enamorada de Juan el Bautista y al no ser correspondida pidió su cabeza a Herodes Antipa tras un baile sicalíptico. El socialismo español no podía soportar que se tocara sustancialmente la bárbara e indocta ley Aído, que rompía las costuras del Aborto de Felipe González, y ha logrado la cabeza del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Que quede blanco sobre negro: sobre el aborto sólo legisla el PSOE. El anteproyecto de Gallardón, en trámite de informes, debía ser retocado, especialmente en lo que confería a graves deformaciones fetales, pero eso podía corregirlo un leguleyo. La enmienda que Gallardón se ha hecho a sí mismo, abandonando el Ministerio, supone un triunfo de bajo coste para sus debilitados y enconados adversarios. Casi todo se ha hecho mal en un asunto tan delicado que afecta a las conciencias, a la moral y a las distintas religiones. El primer fallo reside en el Tribunal Constitucional que lleva cuatro años estudiando la ley de Zapatero, y que dictaminado en su tiempo habría evitado esta infeliz conclusión que sólo satisfará a las izquierdas. Gallardón no debió hacer un texto de supuestos contra otro de plazos, sino rehacer la vigente puliendo sus aristas más ríspidas (aborto de ocho meses o de menores sin consulta) tal como los polacos fueron degradando la ley soviética acomodándola a sus sentimientos católicos. Otros proyectos de ley han acabado en la gaveta y más vale no hablar de las promesas electorales incumplidas, por unos y otros. La dimisión de Gallardón es inoportuna aunque el último derecho del hombre es el de marcharse. Se le veía cansado y macilento a este político de moto y paracaidismo, bien bregado en Madrid y su Comunidad. Desde fuera siempre hemos maliciado que su legítima ambición temprana fue la de ser Presidente, y en Justicia sólo ha encontrado protestas. Deja en el aire hasta la prisión perpetua renovable. El mismo ha dicho que su tiempo político está acabado, y ese convencimiento le habrá mellado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar