Julián Redondo

Goles de tinta

La Razón
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Ahora que ya sabemos que los culpables del desastroso partido del Real Madrid frente al Schalke son algunos medios de comunicación, lo que no implica que cuando brilla la luz sobre el Santiago Bernabéu sean los periodistas los que aceleran la dinamo ni que los goles salgan del tintero, se agradece que Cerezo no cargue la suerte en el mensajero. El Atlético suma tres empates consecutivos, que es como no sumar, y desde el famoso 4-0 –otro baldón merengue de la clase periodística– juega entre poco y mal y, de los galones del campeón, apenas quedan los titulares... de aquellos periódicos. Pudo ganar al Valencia, pero empató, y al Espanyol, no pasó del 0-0, y así, con el querer y no poder, se ha dejado arrebatar la tercera plaza de la clasificación por los valencianistas. Sus números en 2015 son peores que los del vecino y, sin embargo, pasa de puntillas por el chaparrón. Las señales de alarma que emitió en Vigo no han cesado, y en sus manos está revertir una situación que empieza a ser crítica contra el Bayer. Sólo tiene que marcar dos goles, no encajar y salir airoso del campo de minas que volverán a sembrar los alemanes. En su casa fueron dueños de la pelota el 73% del partido y cometieron 26 faltas, la mayor parte en terreno rojiblanco. Un dato muy significativo, evidencia de una envidiable condición física y de una entrega absoluta. También el Schalke constató en el Bernabéu su excelente estado de forma, pero no necesitó hacer más de seis faltas para derrotar al Madrid. También este dato es elocuente: los vencedores corrieron como demonios y los perdedores, «como pollo sin cabeza» (Toshack) y sin un periodista en la alineación de Di Matteo.