Juan Roldán

Impredecible

El conflicto sirio está alterando fuera de sus fronteras la situación que vive Oriente Medio desde que se iniciaron las primaveras árabes. El régimen de Bachar el Asad no sólo está masacrando a miles de sus ciudadanos en una sangrienta guerra en que no se sabe bien cuáles son los enemigos, sino que está saliendo de sus fronteras y afectando no sólo a sus vecinos –Jordania, Turquía–, sino a confesiones religiosas como suníes y chiíes.

Recientemente se ha descubierto también que Asad fue el causante del derrocamiento del presidente egipcio, Mohamed Mursi, desde que éste y los Hermanos Musulmanes decidieron respaldar la guerra santa contra el líder sirio rompiendo las relaciones diplomáticas y cerrando la embajada de Damasco en El Cairo.

El pasado 15 de junio, Mursi, en un discurso, se enfrentó abiertamente al régimen de Asad, a Hezbola y a toda la comunidad chií pidiendo a la milicia libanesa que se retirara de Siria. El discurso pasó desapercibido para la mayoría de los gobiernos de la zona menos para la cúpula del Ejército en Egipto. El temor de éste es que ciudadanos egipcios decidieran participar en el conflicto y regresaran convertidos en renovados yihadistas, ya que tras la entrada de Hezbola en el conflicto la participacion de egipcios aumentó exponencialmente en las filas rebeldes sirias.

Los militares egipcios avisaron a Mursi después del 15 de junio de «que el ejército egipcio no va a interferir en los asuntos internos de otros países y no se dejará manipular ni utilizar en los conflictos regionales». La destitución del presidente y su gobierno estaba sentenciada. Aunque es difícil pronosticar cuál será el futuro de los Hermanos Musulmanes, no sólo en Egipto, sino en las aproximaciones a Gaza y el Sinaí, lo que sí parece claro es que han perdido la batalla en sus intentos de penetrar en otras zonas de Oriente Medio. Por lo que respecta a Siria, la confusión creada por el régimen de Asad y sus aliados Rusia y China, hace difícil pensar qué va a hacer el presidente Obama con su prometida ayuda humanitaria, que no militar, a Damasco.