José María Marco

Impulso europeo

Miguel Arias Cañete tiene fama de hombre con sentido del humor. La peripecia de su nombramiento para las elecciones europeas así lo corrobora. Sólo queda felicitar al candidato que no lo era pero que todo el mundo sabía que iba a ser, incluidos aquellos que no sabían contra quien dirigir su propia campaña electoral, siendo así que cuando lo han aprendido se encuentran con un hombre contra el que es difícil hacer una campaña electoral, que es, probablemente, casi lo único que saben hacer. Eso sin contar con el tiempo ganado por el PP en una campaña que sólo al PSOE le convenía que fuera larga.

Mariano Rajoy tiene el arte de exasperar a mucha gente, pero también demuestra a veces, y sin duda es ésta una de esas ocasiones, que tiene capacidad para no perder la iniciativa al mismo tiempo que demuestra que es mejor tomarla lo menos posible. Y no está mal que Miguel Arias, enfrentado ahora a la burocracia europea y a los diversos intereses que se enfrentan en Bruselas y en Estrasburgo, haya demostrado –una vez más– que sabe navegar por aguas no menos complicadas, y tal vez más sibilinas, que las que le esperan en la Unión.

Miguel Arias es un excelente candidato para el Partido Popular, como lo es para nuestro país. Tiene experiencia en la Unión, conoce las instituciones y las personas, y ha demostrado que es capaz de defender los intereses españoles. Proporciona confianza y seguridad, que es lo que un candidato de un partido como el Partido Popular debe hacer en primer término. Como después de lo ocurrido sabemos que tiene también la confianza del Presidente del Gobierno, es de esperar que sea capaz de volver a situar a España en el centro mismo de la Unión Europea, allí donde se toman las decisiones que afectan a todos.

La política española de estos dos años ha demostrado que se pueden poner en marcha reformas que cambien la situación económica. Ha llegado el momento de propiciar reformas parecidas a escala europea. Ni España, ni ningún otro país de la UE –más aún de la zona euro– pueden crecer solos. Por eso el conjunto de la región necesita un impulso que consolide el mercado único y promocione el crecimiento facilitando la movilidad, la innovación, la flexibilidad y el espíritu empresarial. Los países europeos han sido y siguen siendo los grandes protagonistas de la crisis. Conocemos las causas y conocemos las reformas necesarias. Miguel Arias es un candidato inmejorable para intentar el cambio.