Iñaki Zaragüeta

Indignidad

Como no soy malpensado, me inclino por pensar que no han leído la Constitución. Tengo serias dudas. ¿UGT y CC OO habrán leído el artículo siete de la Constitución?. Parece que no. A juzgar por las constataciones, siempre presuntas, de la Guardia Civil sobre su financiación irregular, se han quedado a mitad del mencionado texto y no han llegado hasta el final.

Su contenido incompleto dice «los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres...»

Como no soy persona malpensada, quiero inclinarme por que no han pasado de ahí, de «...son libres», porque sería un escándalo que conocieran la continuación «...dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos» y, a pesar de saberlo, se hayan aprovechado del dinero de todos, incluidos sus afiliados. La actuación, siempre presunta, de los dirigentes andaluces investigados por la juez Alaya, es indigna, pues están obligados a una conducta escrupulosa en la «defensa de los intereses que les son propios», que no son otros que los de sus representados, los trabajadores. Ante semejante inmoralidad ¿cómo han reaccionado las dos organizaciones? ¿levantando las alfombras, investigando lo sucedido y sancionando a los responsables?. Es lo que deberían haber hecho para salvar la imagen de unas organizaciones necesarias. Pero no, al contrario, han enviado a unos cuantos energúmenos –sus caras los delatan en las fotos- para amedrentar a la magistrado, que está demostrando una pulcritud exquisita en su ejercicio profesional.

Me sorprende el comportamiento sindical, pero me deja aún más estupefacto el silencio del Consejo General del Poder Judicial, Asociaciones de Jueces... Así es la vida.