Selección Española
Infinita
Kepa ha debutado por obra y gracia de Lopetegui. Tiene 23 años y se ha hecho mayor. Casi en la prehistoria, la convocatoria y posterior alineación de zutanito despertaba malignas sospechas sobre el seleccionador, como si su interés no fuera el equipo sino el traspaso del capricho por si caía alguna propina. Las malas lenguas. Anécdotas aviesas que afloraban cuando el fútbol del equipo, que apenas combinaba, merecía más críticas que alabanzas. Y no es el caso.
España juega que da gusto verla, también en los amistosos, y Kepa no necesita que Julen le eche un cable para prosperar. Su cláusula, 20 millones; su calidad, indiscutible; su futuro, espléndido, y su club, según Wikipedia, «el Real Madrid». Wikipedia es una buena herramienta de consulta, pero con más peligro que una caja de bombas; prueba de esta aseveración, la «primicia mundial» sobre el fichaje consumado del portero del Athletic por el Madrid cuando sólo hay rumores de negociaciones. Cierto que el meta no ha renovado ni muestra interés por continuar en San Mamés. Verdad es que su proyección no ha pasado inadvertida en el Bernabéu. Arrizabalaga Revuelta es pieza codiciada y su debut con la Roja, un merecidísimo premio a su trayectoria en la sub’21. Recordará siempre su alineación en La Rosaleda, contra Costa Rica; y el minuto de silencio por Rivilla, Sanchís y el entrañable Chiquito de la Calzada.
Y la puesta en escena del conjunto costarricense volcado sobre su portería, con una presión agobiante. Hasta que Jordi Alba le bajó los humos. Y no olvidará lo que en este su nuevo equipo –la Selección– es Isco, inmenso futbolista, galones de mariscal, ni la división de opiniones en torno a Piqué. Ni el espectacular dominio español, hipnótico, frente a unos mundialistas; tampoco los goles de Morata, Silva (2) e Iniesta en esta España infinita que brilla, corre y asombra como en sus mejores tiempos. Albricias.