Angel del Río

Intoleracina al rojo y gualda

La Razón
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Ayer fue un día intenso en Madrid. Pleno apretado de asuntos para la polémica y las divergencias. Declaración de intenciones de Podemos sobre su próxima candidata a la alcaldía y varapalo judicial a Manuela Carmena por las restricciones de tráfico en la Gran Vía. Primer asunto: el PP ponía sobre la mesa del Gobierno municipal un plato de setas envenenadas, con la propuesta de escenificar con banderas y juras voluntarias de la misma para celebrar la fiesta nacional del 12 de Octubre, frente a la provocación separatista del 1-O. El gobierno de Ahora Madrid se posiciona con los alcaldes catalanes rebeldes con la justicia y en contra de sacar la bandera de España en los autobuses de la EMT el 12-O. A estos radicales de la izquierda asamblearia les molesta vivir en un país del que muchos de ellos cobran, llamado España, y tener una bandera constitucional, como tienen todos los países del orbe. Les molesta esa bandera que ondea en las sedes oficiales, donde tienen despacho y un trabajo que les permite vivir holgadamente. Muestran claros signos de intolerancia al rojo y gualda, porque sus cerebros no metabolizan que el franquismo lleva 42 años enterrado bajo una losa de cinco toneladas en el Valle de los Caídos. Ellos son más de banderas arco iris y estelada. Segundo asunto: hace poco más de un año, Manuela Carmena estuvo a punto de tirar la toalla y volverse a la apacible calma de su jubilación. Ahora se está pensando si volver a presentarse porque desde Podemos se lo están pidiendo, no como candidata de Ahora Madrid, sino del partido de Pablo Iglesias. No encuentran candidata más apropiada y, sobre todo, a alguien que no despierte a la fiera de la ambición de algunos dentro del partido para ocupar ese puesto.

Tercera cuestión: un juez declara ilegal la medida de Carmena sobre la restricción del tráfico en la Gran Vía. La aplicación de la sentencia no puede ser retroactiva, pero pone en solfa medidas similares adoptadas por la alcaldesa a corto plazo. A Carmena le llueve sobre mojado y quizá con todo esto se sienta con el agua al cuello, decida ponerse a salvo y quedarse en casa, a resguardo, las próximas municipales.