Julián Cabrera

Jeques con barretina

No importa que Europa desde sus instituciones ya le haya hecho ver a Artur Mas que una Cataluña desgajada de un Estado miembro de la Unión como el español no tendría futuro. Ahora resulta que algunos desde la paranoia soberanista creen que los petrodólares de Qatar y de algún otro país de Asia central podrían resultar la solución para financiar la inmensa deuda de una hipotética Cataluña independiente. Más allá, lo realmente patético no es que se crea, sino que se haya llevado a cabo algún sondeo a modo de contacto con esas «democracias» del Medio Oriente.

Es cierto que la gran mayoría silenciosa que no apoya ni el soberanismo ni mucho menos el rupturismo en Cataluña adolece de unos referentes que a nivel de opinión pública defiendan una estrategia clara en pos de la legalidad constitucional; pero sacar de la manga desde la acera de enfrente el caramelo del dinero de los jeques en un lamentable ejercicio imaginativo suena, cuando menos, a tomadura de pelo.

El que Qatar Foundation patrocine al FC Barcelona tiene la lógica de figurar en la camiseta del mejor equipo del mundo; a cambio, eso sí, de pingües beneficios para las arcas blaugranas y ahí se acaba la historia, eso es todo; de igual forma que el Atlético de Madrid está patrocinado por Azerbaiyán y a nadie con dos dedos de frente en el Gobierno de Ignacio González se le ocurre plantearse una ayudita de esta república caucásica.

Algunos «cerebritos» del soberanismo catalán creen que Artur Mas es Messi y Junqueras es Neymar y por eso los jeques qataríes estarían encantados de financiar la deuda de una Cataluña independiente, eso sí, sin fiesta de los toros, pero con alguna mezquita de más. Lástima que portugueses, irlandeses y griegos no cayeran antes en la cuenta.