La amenaza del zika

No se trata de una epidemia mortal, ni hay riesgo de pandemia letal, pero sí es una amenaza que se cierne sobre los más desprotegidos: los no nacidos.

Si siguen ustedes el asunto, sabrán que el zika es un virus que transmite un tipo de mosquito latino-caribeño y que puede causar microcefalia en los fetos. Y seguro que saben también que se acaba de producir el primer caso en España y que la madre, embarazada de 20 semanas, ha expresado su intención de seguir adelante con el embarazo. Más allá de respetar su decisión, lo cierto es que a esa madre, y desde luego a su hijo, le espera un futuro difícil. Como casi todo en la vida, el virus del Zika es una lotería. Puede llegar el mosquito correspondiente, picar, y que el adulto, incluso si es una mujer embarazada, desarrolle la enfermedad con síntomas leves, pero no se la traspase al bebé que porta en su vientre. Eso es lo que ha ocurrido con 12 pacientes encinta de entre los 105 casos que se han reportado en España.

Pero a una le ha tocado la china, y con ella la desgracia primero de tener que decidir, y segundo de saber, desde ese momento, que el hijo que nazca de su vientre no sólo lo hará con el cráneo reducido, sino también con un trastorno neurológico que puede conllevar hiperactividad, retraso mental, convulsiones e incluso parálisis. No hay tratamiento para la microcefalia, salvo algunos fármacos o terapias para sobrellevar los síntomas, así que está claro que hasta que llegue la vacuna milagrosa o suceda algo inesperado sólo queda prevenir y desde luego rezar a la caprichosa diosa Fortuna...