César Lumbreras

La CNMC y Agroseguro

La Razón
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Que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es «la casa de los líos» es de sobra conocido. Su presidente, José María Marín, hace lo que puede para pastorear a la vicepresidenta impuesta por el Nadal de la Moncloa, que actúa como si fuese la dueña del cotarro, y a los consejeros, entre los que hay «personajes singulares», eso siendo suave en el calificativo. Por si esto fuera poco, están los servicios y equipos técnicos correspondientes, algunos de cuyos informes y actuaciones, que dan lugar a sanciones muy importantes, son difíciles de entender. El último ejemplo relacionado con el sector agrario es de hace unos días y afecta al conejo, que encima atraviesa por una grave crisis de precios. En ese informe la CNMC cuestiona la creación de organizaciones de productores y que estas últimas se agrupen, a su vez, en asociaciones. El «papel» se refiere a un proyecto de Real Decreto que regula el reconocimiento de estas entidades y alerta de posibles repercusiones negativas para la competencia.

Puede que estén en lo cierto, no lo voy a discutir. Pero en ningún caso se va a dar en el sector del conejo una situación de monopolio de la oferta, como sí existe en los seguros agrarios. En este último quien manda es Agroseguro y sólo se pueden contratar las diferentes líneas a través de las compañías integradas en ese «pool» de aseguradoras, presidido por Ignacio Machetti, y de los intermediarios autorizados. ¿Cabe más monopolio? Los de la CNMC elaboraron un informe, reconocieron la existencia de monopolio, pero se limitaron a hacer una serie de recomendaciones. Increíble, pero cierto. Eso, en lenguaje popular y agrario, se llama «choteo».