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La embestida separatista

La Razón
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Ayer tuvimos la oportunidad de estar en una extraña realidad; mientras los separatistas embisten a los españoles, estos no consiguen investir al socialista después de semanas de desconciertos y con el «tema catalán» planeando en el horizonte en todas y cada una de las intervenciones que protagonizaron los políticos. Debo llamar la atención acerca de que lo vivido ayer en el Congreso fue un capítulo más de la voluntad de desafección a la legalidad de los partidos que gobiernan en Cataluña y el desgraciado aplauso de unas fuerzas radicales que en cualquier democracia occidental deberían estar en la marginalidad. Más allá de las buenas palabras de Sánchez, la brillante intervención de Rajoy y el compromiso de Rivera sobre la no cesión al chantaje secesionista, debemos analizar con preocupación la profundidad de la estrategia de ERC, DiL y la apuesta rupturista de Catalunya en Comú, (que han conseguido pervertir la frustración de cientos de miles de catalanes por los recortes en un discurso a favor de la autodeterminación). Las tres fuerzas van a incrementar el desafío nacionalista en los próximos meses. Así vimos cómo el señor Homs y el señor Tardà lo expusieron claramente, secundados por el podemita, «els catalans marxem» (los catalanes nos vamos). La determinación en muchos catalanes es clara y no hay vuelta atrás, aunque algunos no se lo crean.

Mientras esto pasaba en la capital del Reino, TV3 nombraba director de los servicios informativos a un personaje deleznable y extremista y la ANC circulaba un documento exigiendo a los funcionarios saltarse la legalidad. La millonaria propaganda antiespañola pone la directa en Barcelona y embiste con saña el proyecto común, mientras en Madrid se hacen brindis al sol en una investidura frustrada.