Toni Bolaño
La fe de los conversos
El presidente Mas ha guardado discreción la jornada del lunes. Después de la boda, de lujo y boato, de la sobrina del clan de los Mittal, magnates indios del acero, conviene reposo y sosiego. El silencio ha puesto de los nervios a Oriol Junqueras, el líder de ERC, que le ha reclamado movimientos y reuniones para pactar la pregunta. De paso, el republicano le ha recordado al presidente de la Generalitat el chiste del dentista. Vamos, que le tiene bien cogido. Que hay pregunta –independentista a poder ser– o no hay presupuestos. «Tú mismo, Artur», le ha venido a decir.
Para animar este particular día de la marmota ha vuelto a aparecer el conseller Homs. La mano derecha de Mas, y adalid del proceso nacional de Cataluña, cada día se mueve, aunque no sabe bien para dónde. Primero, ha dado 2,7 millones de euros a la «prensa libre» para divulgar los fastos de 1714. No se equivoquen, esta publicidad es sólo hasta el 31 del 12. Para el año que viene habrá más. Segundo, el Centro de Historia Contemporánea –dependiente de Presidencia– ha dado el pistoletazo de salida al flamante simposium «España contra Cataluña». Para aderezar la sinrazón, el septuagenario director del Centro, Jaume Sobrequés, ha cuestionado las críticas con un argumento de peso. El título «se basa en una realidad científica e histórica incuestionable». ¡Y se quedó tan pancho!
El otrora dirigente socialista que cambió su rol por un plato caliente al frente del Museo de Historia de Cataluña –nombrado por Jordi Pujol en el año 2000– que enlazó con el rectorado de la Universidad Catalana de Verano –foro de debate soberanista sin parangón– y que ha acabado de director del Centro de Historia Contemporánea en 2012, una vez roto el carnet socialista –aunque hacía una década que ni estaba ni se le esperaba– y con apoyo público al plan soberanista de Mas, debe pensar que pasará a la historia con este inefable argumento.
Sobrequés asume la responsabilidad de una conferencia y, en primera persona, la del título de la misma. Pues bien, Homs ya sabe a quién cesar. España contra Cataluña, como concepción, se aleja del debate serio, porque de entrada prejuzga, para acercarse a un aquelarre de hooligans con el único objetivo de reescribir la historia. Todo sea por mor al objetivo final, que no pasa por un buen momento. Éste es el objetivo de los aprendices de brujo y de la fe de los conversos.
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