Toni Bolaño

La fiesta de Mas

El presidente en funciones de la Generalitat montó una fiesta por todo lo alto el 25 de noviembre. Esperaba ser el punto de referencia. Esperaba que todos quisieran bailar con él. Se había comprado incluso una agenda de baile. Cinco días después la tiene vacía. Acercó posiciones con Esquerra y Oriol Junqueras le dio una de cal y otra de arena. La de cal, que le haría presidente y juntos planificarían el referéndum. La de arena, que cambie su política económica. Que acabe con los recortes y que plante cara -¡faltaría más!- a España. Esquerra le deja ser presidente pero sin gobernar. De entrada, le marca la agenda anunciando el referéndum para septiembre de 2013.

No es de extrañar que con estas perspectivas de inestabilidad, las organizaciones empresariales que hasta hace dos días hacían encuestas, más que dudosas, con apoyos a «la búlgara» a favor de la independencia, ahora mercadeen un pacto estable con los socialistas.

Con esta premisa, Mas le ha pedido baile al PSC. Puesto en harina, marca día y hora. Ayer tarde. El líder socialista, Pere Navarro, le ha contestado con un plantón. En el PSC no tienen entusiasmo por dar apoyo a quien quiso hundirlos en estas elecciones. Además, tienen la mosca detrás de la oreja por la operación «Mercurio». La imputación -ilegal- del secretario de organización socialista tiene ribetes de aurora boreal y sorprende que el alcalde de Sabadell acusado por las filtraciones de todos los males del mundo solo esté imputado por «tráfico de influencias». Vamos a ver si la Justicia, por una vez, no nos ofrece un triste espectáculo de arrancada de caballo y parada de burro.

Mas está en plena soledad. Ha montado una fiesta y nadie le ofrece un baile en su Cataluña ingobernable. Se prepara para lo peor y empieza a repartir culpas. ERC es culpable de hacer fracasar el proyecto nacional porque no se hace corresponsable de la situación. Los socialistas son culpables de pensar más en el partido que en el país. Él no es culpable de nada y trata de aparecer sereno. Por si acaso, ya trabaja reconstruyendo puentes con el PP. Mas prepara una nueva tarjeta de baile. Más que nada, por lo que pueda ser.